Hace muchos años, mucho tiempo atrás, no se sabe la fecha exacta o si es verdad o mentira, pero en el municipio de calera cuentan que una señora sufrió la perdida de su esposo en un accidente automovilístico y que a raíz de eso quedo sola con su único hijo, que en ese entonces era un bebe.
Esta señora en consecuencia de la tragedia que estaba viviendo comenzó a tener distintos tipos de trastornos psicológicos porque no podía sacar adelante sola a su hijo, y llegó un momento en el que prácticamente se había vuelto completamente loca. Tan grave era su estado mental que un día decidió arrojar a su propio hijo en el arrollo que pasa por el centro del municipio. En consecuencia de lo ocurrido el niño falleció tras sufrir mucho frío y mucha hambre,
Luego de varios días unos señores que andaban por la zona del arrollo encontraron el cuerpo del bebe y lo enterraron para que pudiera descansar en paz. Pero según la leyenda el llanto de ese niño sigue en el arrollo, incluso se dice que se aparece por las noches flotando en el agua.
El rumor seguía corriendo de boca en boca, pero un día un señor que venia en una bicicleta de trabajar, escuchó un llanto de un niño en un árbol de ese arrollo, se acercó al árbol para ver si lo que escuchaba era cierto y vio a un bebe que estaba abandonado, lo levantó y lo destapó para verlo, y al destaparlo era un bebé precioso y el señor dijo, que niño tan angelical, y al terminar el bebé le contestó con vos de ultratumba:
– no, ya hasta tengo colmillitos.
El señor se asusto tanto que su primer impulso fue tirar al niño y se subió a la bicicleta gritando atemorizado ya que creía que había visto al mismo diablo, al cabo de unos días este señor falleció por extrañas razones.
Las personas que viven por las costas de ese arrollo aun siguen escuchando el llanto, y muchos tienen miedo de pasar por el lugar y encontrarse al niño abandonado, presagio de su muerte.